DONJON DE CHANAC

Desde la fortificación medieval hasta el prestigioso palacio episcopal del siglo XVII, el castillo de Chanac ha sufrido numerosas reformas. De este castillo construido entre 1172 y 1213 por el rey de Aragón o más probablemente por el obispo de Mende, dueño del lugar desde 1213, sólo queda hoy el torreón que aún domina el valle, fuerte de su posición estratégica. Compuesto por tres niveles de bóveda de cañón semicircular, uno de los cuales ha desaparecido, servida por estrechas escaleras construidas en el interior de los muros, lleva en el exterior las huellas de los numerosos edificios que una vez estuvieron adosados. El acceso medieval era a través de la puerta que se abre en el 1er piso en el lado sur. Un primer recinto, cuyo trazado aún se adivina, se encuentra aislado al norte de las tierras bajas del valle. Un foso seco en los otros lados, excavado en la roca, aísla completamente el castillo, que sólo se comunica con el pueblo a través de un puente levadizo al sureste. Un recinto mayor engloba el pueblo y su iglesia que se extiende hacia el este. Aquí es donde los primeros señores de la familia de Aragón y luego de Toulouse también construyeron una torre. Tomado y retomado por las tropas protestantes y católicas durante las Guerras de Religión, el castillo sufrió mucho. Pero a partir de 1686, Monseñor de Piencourt inició importantes obras de modernización del conjunto, hasta el punto de que el castillo recibió el sobrenombre de "Pequeño Versalles". Es todo lo que se ocupa, desde la terraza hasta el abastecimiento de agua, pasando por la decoración interior, la ampliación de las cuadras, la creación de una hielera (para mantener el hielo todo el año) en la mazmorra... Desgraciadamente , el castillo fue escenario de enfrentamientos durante la Revolución y estaba en ruinas cuando fue vendido en 1804. El sitio ahora alberga espectáculos y eventos, el calabozo se puede visitar con la Oficina de Turismo de Chanac, especialmente durante las Jornadas del Patrimonio.

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