Venir a Mende y no visitar su catedral,
Es como ir a Roma y no ir al Coliseo,
o ir a Berlín y no ir a ver los restos del Muro,
Es posible, pero es una lástima.
Cuando llegué a Mende,
No paraba de interrogarme sobre este edificio tan singular:
- Se entra por el costado,
- las torres son diferentes,
- no se puede dar la vuelta al edificio …
Por supuesto que hubiese podido teclear en mi ordenador y encontrar respuestas a todas mis preguntas en la red, pero resulta que la oficina de turismo propone visitas guiadas… ¡Eso es lo mejor!
No hay pantalla que leer, ni información que comprobar y, la guinda del pastel, tenemos la posibilidad de subir a la torre del campanario … ¡Sensación y panorama garantizados!
Muy bien recibido e informado en la oficina de turismo (se dice a menudo cuando las cosas no funcionan, yo prefiero decir cuando van bien, ¡es mi opción!), reservo mi plaza para la próxima visita de la catedral y, por lo tanto, vuelvo el día dicho y a la hora dicha, para citarme con el guía.
El hombre se presenta, no muy grande, sombrero atornillado en la cabeza, pequeña alforja a un lado, barba ligeramente arbustiva y una gran sonrisa en los labios.
Intercambio de algunas cortesías, verificación administrativa (control de los billetes) y nos dirigimos al encuentro de la anciana Señora (la catedral).
¡Quieto ahí, amable lector!
Si buscas una visita solemne, austera y algo formal, te has equivocado de época y de guía, porque éste último tiene tanto del contador que del clásico guía.
Su verbo es una mezcla de conocimiento histórico y humor, sin por ello mostrarse irreverente hacia la Catedral, todo lo contrario.
En efecto, se siente a través de la historia y de las anécdotas que nos cuentan un amor y un respeto por esta obra arquitectónica.
De este modo, se llega a entender por qué las dos torres son diferentes y que esto esta ligado a la historia misma del departamento, se aprende por qué Saint-Privat es el Santo de Mende y muchas otras cosas sobre la cripta, los pilares, el órgano…
Nuestro guía, depositario de un conocimiento insospechado responde a las preguntas, incluso las más extrañas, mientras nos conduce a través del edificio.
El punto de vista de Loïc
Es un verdadero placer, ya que así es posible explorar todas las vertientes de la Gran Señora: histórico, religioso, arquitectónico, artístico e incluso social…
Pues bien, más que una simple visita, es un pequeño viaje, donde humor e historia se mezclan alegremente, que nos propone la oficina de turismo. ¡No te lo pierdas!
Esta experiencia incluye:
- La visita de la Catedral interior y exterior
Aviso:
- La súbida al campanario forma parte de otra visita, informate en la oficina de turismo.
A partir de
4€
Gratuito para les menores de 9 años
Conviene saber
- Animales de compañia: nuestros amigos de 4 patas no son aceptados en el interior de la Catedral,
- La Oficina de Turismo dispone de folletos gratuitos sobre la ciudad y la catedral si su llegada a Mende no coincide con los horarios de visitas guiadas.