
¿Por qué decidió abrir un restaurante italiano?
Hijo de inmigrantes italianos llegados a Francia en los años 50, me crié en un ambiente en el que todo estaba marcado por una cosa: cocinar pasta y salsa de tomate.
Cada año, el mes de agosto veía a toda la familia dirigirse al sur, a veces a Roma, a veces a Sicilia.
Era el mes de las reuniones familiares, los gelati, los pizze y las comilonas.
Marcó mucho más que mi infancia y constituyó las raíces de una vida.
Imposible vivir de otra manera, ni olvidar la dulzura de estos momentos de compartir y de esta vida en torno a la mesa.
Una sola pasión me ha habitado siempre: la cocina italiana.
Si la vida me llevaba a otra parte, todos mis allegados lo sabían, estaba escrito que llegaría un día en que me deleitaría restaurando esta cocina.
Así nació NOTTO’S.